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Empatía es la única competencia que la Inteligencia Artificial no puede aprender

Inauguro mi blog con este post ya que despertar la empatía y generar conexiones positivas entre personas es lo que me mueve. Empatía es la capacidad de comprender y sentir lo que experimenta otra persona, es también la voluntad de ayudar y de poner el foco en aquello que nos une y no lo que nos separa. Se basa en nuestra capacidad emocional, algo clave para la comunicación humana. Somos animales sociales, nacemos con la habilidad de conectar con los demás, de aprender a partir de la observación, de conmovernos y emocionarnos. Y debemos cuidar esta importantísima habilidad natural para que no se marchite con el tiempo.

 

El estrés, el individualismo e incluso el filtro burbuja de las redes sociales nos llevan al ensimismamiento. A la sociedad del selfie. A la exclusión, del otro y de uno mismo. Conectar para no alienarnos como personas es clave. Conectar con nosotros y nuestro entorno. Redescubrir el animal social que llevamos dentro, las tertulias eternas, la amistad verdadera, el altruismo genuino. Seguro que, si pensamos en las conexiones positivas de nuestra vida, esos recuerdos son aprendizajes, emociones y sentimientos. La empatía nos sirve para alimentar y tener las puertas abiertas a estas experiencias. Empatía es la única competencia que la Inteligencia Artificial no puede aprender, es nuestra esencia humana.

 

Y os preguntaréis, ¿cómo podemos desarrollar la empatía? Os compartiré 5 trucos:

 

  1. El primero es observar y escuchar. Si nos precipitamos a hablar, si acabamos las frases de los demás, si dejamos que nuestros prejuicios no nos dejen leer con claridad las señales, estamos saboteando nuestra capacidad empática. Para entender y conectar con los sentimientos de quienes nos rodean necesitamos todos nuestros sentidos atentos. La información está allí, si queremos ver, sentir y escuchar…
  2. El segundo, adaptar. Debemos modular nuestro mensaje, tono de voz e incluso postura corporal a la/s persona/s con las que estemos hablando. Generar sincronía verbal y no verbal, nos acerca.
  3. El tercero es incluir. Utilizar un lenguaje que no cree polaridades (siempre-nunca), que no nos obligue a escoger (blanco o negro), que no genere comparativas (es el mejor) y que hable en positivo es clave para no excluir y generar empatía. Los muros – reales y metafóricos – perjudican a ambos lados. Así que crea puentes.
  4. El cuarto, la humildad. Entender que tu verdad es una posibilidad. Que no hay verdades únicas. Que cada persona tiene las suyas. Sin comprender que una misma historia puede tener dos o más visiones, jamás podemos convencer al otro de escuchar y valorar la nuestra. Y, lo peor, nos negamos la posibilidad de aprender de los demás.
  5. El quinto es tu voluntad. No se trata sólo de poder ser empático – todas las personas sanas nacemos con esta capacidad – sino de querer serlo. Fomentar nuestro yo más solidario y abierto, así como aplazar o incluso evitar el juicio y las etiquetas.

 

Si queremos cambiar el mundo, empecemos por nosotros. Crea conexiones positivas. La empatía nos permite entender, influir, cooperar, negociar y generar acción. Sin empatía jamás seremos agentes de cambio, líderes, compañeros, amigos o referentes reales. Es clave alimentar nuestra capacidad de entender y conectar con los demás. En un mundo hiperconectado, no desconectes de ti mismo y de tu entorno.

Libros:

Unselfie de Michele Borba – https://www.publishersweekly.com/978-1-5011-1003-0